Fernando Ribas Reyes / Primera Hora
San Juan, Puerto Rico (miércoles 30 de noviembre de 2022).- El nuevo dirigente de los Cangrejeros de Santurce en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, Nick Ortiz, tiene en su oficina en el camerino del equipo una foto con un diseño artístico de su padre, el exboxeador olímpico y profesional Nicolas ‘El Puma’ Ortiz.
“Mira a quien tengo ahí“, dice el dirigente señalando a la foto en que ‘El Puma’ tiene al borde de la caída a Fausto ‘Ceja’ Rodríguez en una pelea en abril del 1975, un mes luego de vencer por nocaut a un debutante Félix Trinidad, padre.
Quienes vieron al ‘Puma’ pelear lo recuerdan como un peleador fajón, que daba buenas peleas, de esos que gustan a la fanaticada, además de que tuvo nivel competitivo, según lo demuestra su récord, que comenzó con 13 victorias en sus primeros 14 combates, incluyendo 11 nocauts. Además, fue Olímpico en Munich 1972 junto a Wilfredo Gómez, entre otros boxeadores.
El hijo de ‘El Puma’ se puede describir también como un fajón porque ha pasado por debajo del radar y, sin embargo, está dirigiendo en pelota profesional con los Cangrejeros, más va para su cuarta temporada como coach de los Giants de San Francisco en las Grandes Ligas.
Él se siente respaldado en el comienzo con los Cangrejeros, a los que dirige en propiedad desde el fin de semana pasado, luego de la renuncia de Alex Cintrón para concentrarse en su función como coach de bateo de los Astros de Houston.
“Me he sentido muy bien. La dinámica ha sido una de aceptación con los muchachos. Siempre hemos tenido una buena relación y amistad a lo largo de los años, especialmente con los nativos. Muchos de estos jugadores. A los importados los he conocido en las prácticas. Todo ha sido una relación de respeto, con conversaciones abiertas, en transparencia”, dijo.
Ortiz cree que crear una cultura en el camerino y en las prácticas producirá resultado se verán en el terreno. Dijo que cree en preparar a los peloteros mental y estadísticamente para los momentos particulares del juego, el momento de tocar, de batear o lanzar contra zurdos o derechos, de correr.
Reveló que en una pizarra del camerino está el nombre de cada uno de los 27 jugadores de Santurce con su rol asignado para cada momento. Agregó que se reunió con cada jugador para que se viera reflejado en la pizarra y darle y explicarse su papel para el equipo.
“En la pizarra están todas las situaciones, lo que será su rol, dónde van a entrar los relevista y dónde los jugadores pueden ser útiles para el equipo. El sábado tuvimos reuniones y ellos se vieron en la pizarra. Tuvimos una conversación abierta. Hicieron preguntas y ellos tuvieron respuestas a las preguntas. Queremos que ellos sepan que los protagonistas son ellos y nosotros estamos para ayudarlos. Habrá decisiones que ellos no va a entender en su momento porque son competidores. Pero estamos preparados de antemano para tomar esas decisiones”, dijo.
La preparación del pelotero en base a las estadísticas es una nueva escuela de la que Ortiz no tuvo acceso cuando él fue jugador profesional desde el 1991 hasta el 2007 con organizaciones como los Red Sox de Boston, Expos de Montreal, Indians de Cleveland, Dodgers de Los Ángeles, Royals de Kansas City y Yankees de Nueva York, todos en las ligas menores. Tampoco lo tuvo cuando jugó en Puerto Rico para múltiples equipos como Ponce y Arecibo.
“En la pelota invernal hemos tenido, por años, la cultura de que estás seis o siete entradas en el banco y de repente te llaman a correr. Lo que queremos es que nada les tome por sorpresa, que sepan cuatro horas antes lo que les toca hacer. Lo que eso provoca es que nosotros los colocamos a ellos en una situación en que puedan tener éxito y que ellos sean más responsables con su trabajo al saber la situación”, dijo.
“Yo no lo viví así y pienso que siempre debió ser así porque los jugadores que vienen del banco vienen en momentos críticos. Tenemos que prepararlo porque siempre pensamos en los que inician. El valor que tiene el pelotero que viene del banco es incalculable porque puede ser la diferencia en cualquier juego. En esta liga tan reñida un juego o dos que ganes con los jugadores del banco puede ser la diferencia”, agregó.
Por otro lado, el coach de los Giants dijo que se siente preparado para seguir ayudando y escalando en las Grandes Ligas. Por ahora también está a la expectativa de qué ocurrirá en la temporada libre, sobre todo con la firma de peloteros agentes libres.
“Estamos en espera de ver qué agente libre firmamos, si Aaron Judge o Carlos Correa. Debe ser una temporada bastante interesante”, dijo.