Los Cangrejeros de Santurce, en conjunto con Holsum Puerto Rico, le cumplieron el martes el sueño de ser pelotero por un día a Mario Quiñones, el deportista boricua más longevo del programa de Olimpiadas Especiales.

Quiñones, de 70 años y nacido en Santurce, tuvo el honor de lanzar la primera bola previo al choque entre la novena crustácea y los Leones de Ponce, correspondiente a la jornada de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC), que se llevó a cabo en el Estadio Hiram Bithorn.

Cumpliré mi sueño de ser pelotero”, dijo un emocionado Quiñones a El Nuevo Día antes de subirse a la loma del renovado Hiram Bithorn, hogar oficial de sus Cangrejeros.

“He sido siempre fanático de Santurce en béisbol. Me gusta mucho la pelota. El día ha estado superbien. Ya tú verás como me emocionaré en la lomita”, agregó entre risas.

Quiñones, participante residente del Instituto Psicopedagógico de Puerto Rico (IPPR), comenzó con el programa de Special Olympics desde 1978. Ha jugado baloncesto y sóftbol, aparte de haber practicado atletismo, natación y también bocha. Padece de discapacidad intelectual.
Mario Quiñones se emociona en la lomita de los Cangrejeros: "He sido siempre fanático de Santurce"

Mario Quiñones se emociona en la lomita de los Cangrejeros: "He sido siempre fanático de Santurce"

A sus 70 años, el atleta más longevo de Special Olympics es honrado con el primer lanzamiento del partido.

El director de mercadeo de Holsum Puerto Rico, Jesús R. Amaro, explicó que la iniciativa de cumplirle el sueño a Quiñones surgió luego de que escuchar al atleta en una emisora de radio.

“Ahí él comunica su sueño de estar aquí. De tener la oportunidad de ser pelotero por un día. Nosotros en Holsum siempre estamos apoyando las diferentes instituciones y, aprovechando que somos auspiciadores (de Santurce), todo se hizo más fácil”, indicó Amaro.

Elba I. Castellanos, directora ejecutiva de IPPR, coincidió.

Mario Quiñones posa para el lente de El Nuevo Día.
Mario Quiñones posa para el lente de El Nuevo Día. (Carlos Rivera Giusti)

“Automáticamente nos hicieron el acercamiento, trajimos a Mario (Quiñones) y otro grupo de participantes con discapacidad intelectual del Instituto, para que tuviesen esta bonita experiencia. A pesar de que tiene 70 años, él está muy ágil y no hay oportunidad que él nos solicite que nosotros no le brindemos”, destacó Castellanos.

Quiñones llegó al IPPR a sus nueve años.

“Mario se ha retirado varias veces del baloncesto, pero siempre vuelve. Se sigue moviendo muy bien en la cancha. Todos los sueños que tiene Mario intentamos concederlos. Incluso, estamos evaluando ponerle su nombre a la cancha de baloncesto del Instituto. Estamos en ese proceso. Me emociono mucho. Mario es todo un empresario, también. Hace quesitos, jabones, sofrito... El producto de las ventas es para ellos. Mario es el Instituto”, apuntó Castellanos.

Mario Quiñones es acompañado por la directora ejecutiva del Instituto Psicopedagógico de Puerto Rico (IPPR), Elba I. Castellanos, así como el director de mercadeo de Holsum Puerto Rico, Jesús R. Amaro, entre otros.
Mario Quiñones es acompañado por la directora ejecutiva del Instituto Psicopedagógico de Puerto Rico (IPPR), Elba I. Castellanos, así como el director de mercadeo de Holsum Puerto Rico, Jesús R. Amaro, entre otros. (Carlos Rivera Giusti)

La misión del Instituto Psicopedagógico, ubicado en Bayamón, es proveer un cuidado digno y de calidad a adultos mayores con discapacidad intelectual, procurando el desarrollo máximo de sus capacidades y la tranquilidad de sus familias. Actualmente, hay 109 participantes, incluyendo Quiñones.

El programa de Olimpiadas Especiales fue fundado en la década del sesenta por Eunice Kennedy Shriver, hermana del entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy. Eunice se inspiró en su también hermana, Rosemary Kennedy, quien tenía discapacidades intelectuales y disfrutaba de los deportes.